Biodiversidad en movimiento 

La impresionante migración interrumpida

29 de mayo del 2020

Texto: Claudia Acosta, Fabrice Duponchele, Gina Leite, Guido Miranda y Vanessa Eyng.

Un viaje de casi 11 mil kilómetros. Entre ida y vuelta, el dorado, Brachyplatystoma rousseauxii, recorre la Cuenca Amazónica en su ciclo de vida, desde los Andes hasta el Océano Atlántico. Pero como en cualquier circulación, incluso de las personas, el camino debe estar libre para que los movimientos ocurran. 

 

En la cuenca del río Madeira, una de las principales rutas de la migración del dorado, los peces ya no pueden moverse libremente. En 2012 dos grandes hidroeléctricas construidas en Brasil cortaron la conectividad del río. Lo que ya se sabía, ocurrió: las hidroeléctricas Jirau y Santo Antônio impusieron una barrera a la migración de diversos peces, entre ellos el dorado. 

 

Las larvas del dorado que nacen en los ríos de Bolivia y Perú se desplazan  río abajo hasta las represas. Solo algunas sobreviven a las turbinas de las represas y continuar el viaje hacia la desembocadura del Amazonas. Sin embargo, al nadar de regreso las represas les impiden volver a sus sitios de reproducción. Ese es un cambio inmenso, que impacta la biodiversidad, la pesca y los modos de vida de la gente de esas cuencas.

 

¿Y ahora, qué caminos pueden seguir estos peces? ¿Qué estrategias podemos emprender para reducir estos impactos? Te invitamos a asistir al video Viaje sin retorno: el dorado amazónico y las represas del Madeira y comprender mejor sobre este tema:

Buscando conocer la historia natural de un pez

 

Los estudios para conocer  la migración del dorado datan desde los años 1980, utilizando distintas técnicas. Investigadores como Michael Goulding y Ronaldo Barthem desarrollaron la hipótesis de que las migraciones de algunos bagres, entre ellos los dorados, serian muy largas y deberían cruzar la Cuenca Amazónica de un extremo a otro. Las rutas más importantes para esas migraciones son el canal principal de río Amazonas y del Madeira. 

 

Una técnica para conocer sobre los peces y sus comportamiento es la análisis de la información sobre el registro pesquero. El monitoreo contínuo muestra las tendencias de los movimientos de los peces en distintos años y en condiciones ambientales específicas. Los pescadores observan los peces, y especialmente el desplazamiento de los cardúmenes, para definir sus estrategias de pesca. Involucrar a los pescadores en investigaciones participativas es muy importante para aumentar el conocimiento sobre lo que pasa en distintos lugares de la Amazonía.

 

Estudios genéticos (disponible en inglés) son la nueva estrategia para ampliar el conocimiento del comportamiento reproductivo de las distintas poblaciones de peces de la misma especie. Estudios que abarquen tanto larvas como  adultos pueden ayudar a identificar los lugares donde los peces peces reproducen. Adicionalmente, el monitoreo con técnicas como el ADN Ambiental (eDNA, en inglés) posibilitan identificar  la presencia del ADN en muestras de agua, una técnica innovadora con grande potencial de generación de conocimiento.

 

La química también puede ayudar en esas investigaciones. Pequeños huesos en los oídos internos de los peces, los otolitos, guardan registros que  cuentan la historia de algunos migradores. Los otolitos de los peces crecen, y similarmente a las cortezas de los árboles, cada crean anillos con los años. Estos anillos registran elementos químicos de los lugares por donde estuvieron los peces - como las aguas de los ríos Amazónicos tienen características distintas, cruzando los análisis del agua y de los otolitos, es posible descubrir dónde estuvieron los peces a determinada edad. ¡La historia del recogido de los peces está grabada en sus oídos!

 

El artículo Migración trans-amazónica y retorno  a sitios de nacimiento  en los grandes bagres (disponible en inglés) presenta los resultados de investigaciones con otolitos de dorados en la cuenca del Madeira antes las hidroeléctricas. Esa investigación demuestra que, antes de las represas, la mayor parte de los dorados volvían a sus nacederos para la reproducción. 

 

Nuevos análisis (disponible en portugués) utilizando la misma metodología fueron realizadas con peces capturados arriba de las represas en 2015 . Los resultados indican que los dorados permanecieron en el alto Madeira durante todo su ciclo de vida -  ninguno estuvo en la zona de crianza del estuario,  y todos tenían tamaño menor al de los peces que hacían una migración normal antes de las represas. Además,  parece que son muy pocos los dorados que logran sobrevivir con este ciclo de vida reducido, ya que se han vuelto muy escasos arriba de las represas (en inglés).

 

Las muestras de otolitos de peces de la desembocadura del río Amazonas dan un poco de esperanza - descubrieron que algunos peces nacieron en la cuenca del Madeira, arriba de las represas. Esto significa que algunas larvas del dorado, en cantidades menores que antes , todavía logran bajar el río, atravesar las represas y llegar estuario en el Océano Atlántico. Sin embargo, el viaje es solo de ida: las represas impiden que esas larvas, al volverse sub-adultos, regresen río arriba.

 

La fuerza de las estrategias participativas

 

Grandes obras de infraestructura, como las hidroeléctricas, impactan directa e inmensamente los ecosistemas acuáticos. La experiencia del Madeira no es aislada.

 

Hay planes de construcción de más hidrelétricas en distintos puntos de la Cuenca Amazónica.  El artículo Fragmentación de la conectividad de los Andes a la Amazonía por represas hidroeléctricas (disponible en inglés) revela que tenemos   302 represas o proyectos hidroeléctricos en la región, correspondientes a 142 represas en operación o en construcción y 160 represas en varias etapas de planificación.

 

En ese escenario, el intercambio y la producción de conocimiento es vital en toda la Cuenca Amazónica: necesitamos datos para manejo y planes bien hechos en la escala de la cuenca. Hoy tenemos vacíos de información sobre la pesca (en portugués) en escala de Amazonía. Los monitoreos continuos son muy pocos, y no nos traen el escenario más integrado. Las estrategias de monitoreo participativo con pescadores, que viven los impactos en su rutina y conocen a los peces, son fundamentales. 

 

Ictio, tanto en su aplicación para registro de pesca por la gente como  por su base de datos integrada, apunta como una herramienta poderosa para la generación de información en escala de Cuenca Amazónica. Partiendo de la perspectiva de la Ciencia Ciudadana, crea espacios participativos para la construcción colectiva de conocimiento sobre la pesca. Pescadores del Madeira, así como de otros puntos de la Cuenca Amazónica, participan de las discusiones y usan la aplicación desde 2018. 

 

Conocer para conservar y vivir mejor 

 

La historia del dorado en la cuenca del río Madeira nos muestra que para planificar cualquier obra de infraestructura se necesita conocer los patrones migratorios de los peces de la zona.  Garantizar que los dorados puedan acceder a sus áreas de reproducción en el alto Madeira en Bolivia y Perú es primordial para la supervivencia de la especie. Son necesarias medidas para optimizar los pasos para los peces en la hidroeléctrica de Santo Antônio, y que se construya una estructura similar en Jirau.  Ambas deben ser monitoreadas para comprender su real eficiencia. En este escenario, también es indispensable tomar medidas para proteger a los dorados atrapados arriba de las represas, de modo que tengan oportunidad de adaptarse y reproducirse.

 

Por la magnitud de su viaje, el dorado nos brinda un enfoque integrado de cuenca, para comprender cada vez más lo que debe tenerse en cuenta al momento de generar información crítica para evaluar impactos ambientales y medidas de mitigación a los proyectos de infraestructura que ya se presenten en la cuenca del Madeira.